Como se indica en la norma EN 1537:2013 y la EAD 160071-00-0102, un anclaje se considera permanente cuando está destinado a realizar su función por un período superior a 2 años. Nuestro anclaje permanente estándar es el PLE1_AG: compuesto por cordones de acero armónico (06”), revestido en su zona libre, en cada cordón, con un tubo de PE de 1,5 mm de espesor, protegido interiormente con cera anticorrosiva a lo largo de toda la longitud. Todo el anclaje está revestido por un vaina corrugada de Polietileno. Los punteros son de PE y los espaciadores se colocan cada 2,0 mts en toda la longitud de bulbo como de dispositivo de centrado, exteriormente a la vaina corrugada. Tubo inyección primaria de ø20 mm, para llenado del espacio anular entre terreno y vaina corrugada y tubo inyección secundaria ø16 mm para llenado del espacio interior de la vaina corrugada.
Los anclajes permanentes están destinados a ejercer su función durante un tiempo ilimitado, por lo que es necesario adoptar protecciones escrupulosas contra la corrosión de los elementos de apoyo del propio anclaje. De hecho, se sabe que la parte más expuesta a la corrosión es la zona de transición entre la parte libre y la parte de bubo, donde se concentran elevadas tensiones de tracción sobre el anclaje que tienden a provocar fisuración en el cemento de inyección. Para ello, el tramo de bulbo se protege con una vaina de polietileno de alta densidad corrugada con determinadas características técnicas y mecánicas; en la parte libre, el cordón tiene una funda simple y además está protegida por la vaina corrugada. La misma atención debe prestarse también a la cabeza del anclaje utilizando cubiertas protectoras adecuadas y accesorios con fundas diseñadas para contener materiales anticorrosivos y para proteger el anclaje.
